La Inteligencia Artificial (IA) de la Unión Europea Act es un asalto directo a nuestras libertades personales, un lobo con piel de cordero diseñado para adormecer a la población con una falsa sensación de seguridad mientras erige un estado de vigilancia omnipresente. Este es el anteproyecto de una pesadilla distópica, redactada en los estériles pasillos del poder, muy alejada de la cruda realidad de sus implicaciones.

No estamos hablando de unas cuantas cámaras de circuito cerrado de televisión aquí y allá. Imagina un mundo en el que cada centímetro cuadrado del espacio público esté supervisado por una tecnología more info impulsada por IA capaz de identificar, rastrear y analizar cada uno de tus movimientos. Este es el futuro que la Ley website de IA está introduciendo silenciosamente, un futuro en el que el concepto de anonimato es tan anticuado como la idea de website una carta escrita a mano.

La audacia del Parlamento Europeo de celebrar la Ley de Inteligencia Artificial como una victoria para la more info democracia es poco menos que orwelliana. Es una bofetada en la cara de aquellos que aprecian los valores de privacidad, autonomía y libertad. Bajo el disfraz de la innovación y la seguridad, estamos siendo check here arreados en un panóptico digital, despojados de nuestros derechos a movernos, hablar y asociarnos libremente sin la atenta mirada del Gran Hermano que analiza cada una de nuestras acciones.